«Del atletismo de María Víctor al hockey de nuestras campeonas: mujeres haciendo historia en Palau».
Reto:
Diseña un recurso lúdico para escuelas de Palau-solità i Plegamans que muestre cómo, desde el atletismo de María Víctor —quien compitió en plena dictadura franquista y tuvo que abandonar el deporte por los mandatos de género— hasta el hockey campeón mundial actual, las mujeres han hecho historia en el municipio. El objetivo es que niñas y niños reflexionen sobre las desigualdades que han afrontado las mujeres en el deporte, aprendan a detectar estas desigualdades y descubran más referentes femeninos, comprendiendo que todas las personas pueden practicar, competir y brillar sin distinción.
Apuntes sobre María Victor
El principal aporte de María Víctor fue abrir camino para que el deporte femenino ganara espacio y respeto en la sociedad catalana y española, a través de su propio ejemplo de alto rendimiento en un periodo adverso y, posteriormente, de su compromiso con la promoción deportiva local, manteniendo vivo un legado que aún inspira.
1. Ser pionera en una época de restricciones para las mujeres
María Víctor desarrolló su carrera en los años 40 y principios de los 50, en plena dictadura franquista, un momento en que el deporte femenino era visto como secundario o incluso inapropiado. En palabras de la investigadora M. Dolors Ribalta (2016), que explora cómo el franquismo condicionó los itinerarios vitales de las deportistas catalanas, María forma parte de esa primera generación de mujeres que rompieron barreras culturales para competir y situarse en la élite atlética.
2. Consolidar la visibilidad del atletismo femenino
Sus triunfos constantes en pruebas como la Jean Bouin (1947–1951) y su récord de 800 m (2’02” en 1948), que permaneció casi cuarenta años, consolidaron la presencia femenina en el atletismo catalán y español (Ajuntament de Palau-solità i Plegamans, 2016; RCD Espanyol, 2016). Fue, en efecto, un ejemplo visible de hasta dónde podían llegar las mujeres en pruebas de resistencia, un terreno donde tradicionalmente se cuestionaba su participación.
3. Ofrecer un referente local y un modelo intergeneracional
Tras su retirada para priorizar la familia (un reflejo claro de las tensiones entre vida personal y deportiva en aquel contexto), María no desapareció del mapa deportivo. Al trasladarse a Palau-solità i Plegamans, siguió vinculada a la promoción del deporte, participando en actos comunitarios, dando la salida a carreras populares y prestando su nombre a instalaciones locales. Esto construyó un referente simbólico para niñas y jóvenes del municipio, generando orgullo e identidad comunitaria.
4. Defender abiertamente la igualdad en el deporte
Incluso en sus últimos años, María Víctor siguió enviando mensajes claros sobre la igualdad de género en el ámbito deportivo. En una entrevista con el Butlletí d’Informació Municipal de Palau en 2015, afirmaba con naturalidad:
«El que pot fer un home ho pot fer també una dona»
(“Lo que puede hacer un hombre también lo puede hacer una mujer”)
(Ajuntament de Palau-solità i Plegamans, 2015).
Este posicionamiento explícito, pronunciado por una deportista de su generación, añade un valor testimonial que trasciende lo puramente deportivo y conecta con las transformaciones sociales contemporáneas.
Biografía de María Víctor Gil
María Víctor Gil nació en Barcelona el 20 de diciembre de 1926 en el seno de una familia profundamente vinculada al periodismo deportivo. Su padre, Joan Víctor Eizaguirre, trabajó toda su vida en El Mundo Deportivo, periódico fundado por su abuelo, consolidando un entorno familiar estrechamente ligado al deporte y al periodismo catalán (Ajuntament de Palau-solità i Plegamans, 2016).
Desde pequeña mostró una gran vitalidad. Cursó sus estudios antes y después de la Guerra Civil Española en centros de Barcelona como la escuela cooperativa municipal y, posteriormente, en la Academia Maragall (es.wikipedia.org, 2024). Con apenas 16 años, comenzó a trabajar en el quiosco familiar del carrer Diputació y más tarde fue modista en un atelier barcelonés (es.wikipedia.org, 2024).
Inicio deportivo y consagración
Su salto al atletismo competitivo se dio casi por azar: a los 22 años, animada por su hermano Joan, se presentó a la Jean Bouin de 1947 con solo un día de entrenamiento tras unas vacaciones en Mallorca. Contra todo pronóstico, ganó la prueba. Este éxito se repitió de forma ininterrumpida hasta 1951 (Ajuntament de Palau-solità i Plegamans, 2016; Soley-Beltran, 2017). A partir de allí, fue campeona de Catalunya y Barcelona de cros en varias ediciones entre 1947 y 1950 (es.wikipedia.org, 2024).
En 1948, estableció su mejor marca personal en los 800 metros con 2’02”, un registro que se mantendría como récord catalán durante casi cuatro décadas (RCD Espanyol, 2016). Estos logros la consolidaron como una de las figuras pioneras del atletismo femenino en España tras la Guerra Civil, en un contexto de duras restricciones sociales para las mujeres (Ribalta, 2016).
Una decisión personal y nueva etapa en Palau-solità i Plegamans
Pese a ser preseleccionada para los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952, decidió retirarse para casarse a los 28 años y atender la salud de familiares cercanos (Soley-Beltran, 2017). Tras su matrimonio, se mudó con su esposo a Palau-solità i Plegamans, localidad con la que mantendría un estrecho vínculo hasta su fallecimiento (Ajuntament de Palau-solità i Plegamans, 2016).
Allí siguió involucrada en el fomento del deporte local. Como reconocimiento, el municipio bautizó en 2002 el Pavelló Municipal d’Esports Maria Víctor, y cada año celebra en sus fiestas mayores la Cursa Popular Maria Víctor, donde hasta 2015 ella misma daba la salida de honor (Ajuntament de Palau-solità i Plegamans, 2015).
Legado y perspectiva social
Su historia ejemplifica las dificultades de muchas mujeres para desarrollar carreras deportivas plenas en la España franquista, donde las expectativas familiares y sociales limitaban su continuidad en el alto rendimiento (Ribalta, 2016). Incluso en sus últimos años, entrevistada por la revista municipal de Palau, defendía con firmeza que «el que pot fer un home ho pot fer també una dona» (“lo que puede hacer un hombre también lo puede hacer una mujer”), subrayando su compromiso con la igualdad (Ajuntament de Palau-solità i Plegamans, 2015).
Falleció el 17 de marzo de 2016 a los 89 años, recibiendo un emotivo homenaje de su pueblo y del RCD Espanyol, que la calificó como «referente de todo el atletismo español» (RCD Espanyol, 2016).
Referencias bibliográficas
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Ajuntament de Palau-solità i Plegamans. (2015). Entrevista a Maria Víctor. Butlletí d’Informació Municipal, núm. 17, contraportada.
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Ajuntament de Palau-solità i Plegamans. (2016). Nota de prensa: L’Ajuntament lamenta la pèrdua de la senyora Maria Víctor…. Recuperat de https://www.palauplegamans.cat
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Ribalta Alcalde, M. D. (2016). Dones, esport i dictadura: la memòria oral d’esportistes catalanes durant la primera etapa del franquisme (1939-1961). Tesis doctoral, Universitat Ramon Llull.
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RCD Espanyol. (2016). Nos deja María Víctor. Nota publicada el 18 de marzo de 2016.
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Soley-Beltran, P. (2017). Las pioneras del deporte español. El País Semanal, 27 de abril de 2017.
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es.wikipedia.org. (2024). María Víctor Gil. Recuperat de https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_V%C3%ADctor